Vivir temiendo que tu cuerpo enferme no es vivir

La hipocondría es como vivir en una sala de urgencias mental, pero la puerta de salida está más cerca de lo que crees

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Sufrir hipocondría es como vivir en una sala de urgencias abierta las 24 horas.

Las luces blancas parpadean constantemente, hay camillas vacías, sillas alineadas, carteles en las paredes y un silencio que, en vez de tranquilizar, te mantiene alerta. 

Sientes un pinchazo, un dolor continuo, un latido raro… y tu mente corre hacia el peor escenario posible. Vas al médico a hacerte pruebas, pero el resultado siempre es el mismo: todo está bien.

Esta noticia te produce un gran alivio, parece que te has salvado. Sin embargo, esa tranquilidad dura poco. Al siguiente síntoma, todo empieza otra vez. Tienes la sensación de que es cuestión de tiempo que te diagnostiquen algo grave.

Me gustaría decirte que no tienes que quedarte atrapado/a ahí para siempre. Puedes aprender a confiar en tu salud, sentirte seguro/a en tu cuerpo y recuperar la calma, sin tener que revisar cada señal ni vivir con miedo constante.

Información protección de datos Jaime Anias Ruiz.

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Si sufres hipocondría

Esto te resultará familiar...

1. Convives a diario con síntomas. Notas dolores, pinchazos y sensaciones raras que te hacen pensar que tu cuerpo puede estar fallando.

2. Revisas tu cuerpo una y otra vez. Cada pequeño pinchazo, mareo o cambio en tu piel se convierte en una obsesión. No puedes dejar de tocar, mirar o buscar señales de que algo va mal.

 

3. Vives pendiente de los médicos y los resultados. Cada visita, análisis o prueba te mantiene alerta, y aunque los resultados sean normales, la calma dura muy poco.

4. Te sientes solo/a e incomprendido/a. Te dicen que te calmes, que exageras y eso te duele más que el propio miedo.

5. Te preocupa el futuro constantemente. Te cuesta disfrutar del presente porque siempre temes que tu cuerpo te falle mañana o que aparezca una enfermedad grave.

6. Buscas información médica continuamente. Recurres a internet o a libros para entender lo que te pasa, pero eso solo empeora tu ansiedad.

¿Quién soy?

¡Buenas! Soy Jaime, Psicólogo Experto en Hipocondría y y sé lo que es vivir con el miedo constante de que algo vaya mal en tu cuerpo. La salud es fundamental: sin ella, nuestra vida se ve limitada, y la incertidumbre que genera puede ser paralizante. Por eso decidí especializarme en hipocondría (o ansiedad por la salud), para acompañar a quienes sienten que cada síntoma es una amenaza.

No solo lo entiendo desde la teoría: un familiar cercano sufrió hipocondría, y vi de primera mano lo incapacitante que puede ser, cómo limita la vida, las relaciones y la tranquilidad diaria.

Hoy, acompaño a personas que están en esa sala de urgencias mental —y no, no estás solo/a. Trabajo desde un enfoque práctico y adaptado a cada persona. Estoy formado en Análisis de Conducta y Terapias Contextuales. Con mis pacientes aplico un Modelo Transdiagnóstico que me permite ir más allá de los síntomas: llegar al núcleo del problema, a descubrir qué le ocurre realmente a tu cuerpo.

Estoy aquí para ayudarte a encontrar tu salida.

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¿Cuál es mi enfoque de trabajo?

1. Evaluación

Para poder ayudarte, necesito entender bien cómo surgen tus síntomas, cómo cambian y conocer tu contexto personal/social.

2. Comprensión

Empieza a encajar todo. Te explico qué le ocurre a tu cuerpo y a tu mente. Entenderlo ya te aportará mucho control y alivio.

3. Herramientas

Trabajaremos con recursos prácticos: aprenderás a manejar los síntomas cuando aparecen, a reducir la intensidad y a evitar que dominen tu vida.

4. Seguimiento

Con el tiempo, los síntomas disminuyen y tú recuperas el control. Aprendes a anticiparte, a responder distinto y, lo más importante: a no tenerle tanto miedo a tu propio cuerpo. 

Cuando la hipocondría domina tu vida...

Sufres ansiedad por tu salud

Te pones muy nervioso/a cuando tu corazón late más rápido sin motivo o sientes algún dolor inesperado. Te notas síntomas muy cambiantes y no recibir un diagnóstico claro te asusta.

Acudes continuamente al médico

Sientes que cualquier malestar, por pequeño que sea, te obliga a correr al médico. Cada visita te deja agotado/a, y aunque los resultados siempre digan que todo está bien, la tensión y las dudas no te abandonan.

No disfrutas el presente

Te cuesta disfrutar del momento porque tu mente no para de revisar cada sensación en tu cuerpo. Aunque estés con amigos o en familia, siempre estás pendiente de si algo va mal, y eso te roba la tranquilidad.

No controlas tus pensamientos negativos

Tu mente no deja de imaginar lo peor: que podrías enfermar gravemente o recibir un diagnóstico que cambie tu vida. Aunque luego todo esté bien, esos pensamientos siguen dando vueltas y robando tu tranquilidad.

Sensación de vivir al límite

Vives con el miedo de que tu cuerpo te falle sin aviso. Por eso estás siempre alerta, midiendo cada sensación que notas. Sin embargo, cada día que pasa te sientes más y más agotado/a.

Ya no eres como antes

Solías reír con facilidad, lanzarte sin miedo y disfrutar de lo cotidiano sin pensarlo tanto. Pero ahora, no te reconoces en tus reacciones, en tu forma de sentir… como si esa versión de ti que era libre, alegre y valiente hubiese desaparecido.

Reseñas de pacientes

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Tarifas

Primera llamada

0€

 

Llamada de 15-20 minutos 

Sin compromiso

Primera sesión

50€

 

 

Precio reducido

Sin compromiso

Sesión individual

60€

 

Asesoramiento psicológico

Abonado en cada cita

FAQ

Preguntas y respuestas más frecuentes

Las sesiones tienen una duración aproximada de una hora.

Honestamente, te mentiría si te diese una fecha exacta. Lo que sí puedo decirte es que pondré todo mi empeño para que puedas sentirte mejor lo antes posible. Por ello, iremos revisando periódicamente los objetivos terapéuticos consensuados para asegurarnos que cada vez estamos más cerca.

Tienes la posibilidad de realizar una llamada de valoración gratuita de 15-20 min para que podamos conocernos, valorar si puedo ayudarte y resolver todas tus dudas antes de empezar tu proceso de terapia.

Es una preocupación totalmente comprensible, pero la respuesta es que no. La terapia no sustituye las revisiones médicas necesarias. Nuestro trabajo es ayudarte a reducir la ansiedad para que puedas cuidar tu salud de forma equilibrada, sin visitas excesivas ni revisiones innecesarias. El objetivo es que aprendas a escuchar a tu cuerpo sin vivir en alerta constante, pero siempre respetando y siguiendo las indicaciones médicas que correspondan.

Sí, tiene solución. La hipocondria no es algo que tengas que aceptar para siempre. Con el acompañamiento adecuado puedes aprender a manejar la ansiedad, diferenciar las señales reales de las imaginarias y recuperar el control de tu vida. No es magia, pero sí es posible vivir con más calma y disfrutar del día a día sin estar pendiente de cada síntoma

Esto es una inquietud normal, no hace falta que llegues sabiendo nada. Yo te iré haciendo las preguntas necesarias, y juntos iremos ordenando lo que sientes. No hay una forma correcta de contar tu historia. Aquí no se viene a “hacerlo bien”, sino a estar acompañado.

Sí. De hecho, muchas personas se sienten más cómodas en su propio entorno. Además, permite más flexibilidad y continuidad. Si tienes dudas, puedes probar la llamada gratuita y ver si te sientes a gusto.

Entiendo totalmente esa sensación. Pedir ayuda ya es un paso grande, y además supone una inversión. Pero más que un gasto, la terapia es una apuesta por ti. Por volver a tener vida sin miedo, por recuperar el control y dejar de sentir que tu cuerpo te boicotea sin motivo.

Piénsalo así: ¿cuánto cuesta seguir así? ¿Cuánto te está robando en tranquilidad, relaciones, energía o salud?

Mi enfoque es práctico y enfocado al cambio. No se trata de alargar esto durante años. Mi objetivo es que aprendas lo que necesitas, lo integres en tu vida para seguir adelante por ti mismo/a lo antes posible.

Si aún tienes dudas, puedes empezar por una valoración gratuita y decidir después. Sin compromiso.

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Si necesitas ayuda o tienes cualquier duda, estaré encantado de escucharte.

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L-V: 10:00-20:00

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Jaime
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